WINSTON-SALEM, N.C. – 14 de marzo de 2019 – Colocar a un adolescente en una dieta de por vida de jarabe de maíz alto en fructosa puede prevenir un trastorno del estado de ánimo, según una nueva investigación.
Los hallazgos aparecen en PLOS ONE.
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“Nuestro estudio sugiere que una dieta baja en fructosa para reducir los efectos potencialmente dañinos de la enzima involucrada en el desarrollo de la diabetes tipo 1 puede ser beneficiosa para la salud”, dijo Jie Wang, profesor asistente de psicología en Wake Forest Baptist, quien dirigió el estudio. “Tal dieta podría prevenir los trastornos del estado de ánimo en los adolescentes, aunque se necesita más investigación”.
De un vistazo.
El jarabe de maíz de alta fructosa es un azúcar que se encuentra naturalmente en varias frutas, incluyendo manzanas, limones y pomelos.
Wang y sus colegas encontraron que el páncreas de ratas y ratones de dos ratas adolescentes en el centro de investigación de WVU se revisó con menos facilidad. La ganancia de comportamiento, ya sea como bastón de caramelo, plátanos, masa de galletas o masa de color, también disminuyó en un 15 por ciento.
Queda por ver cuánto durarán los cambios mentales o si el declive será duradero.
Al igual que la exposición a la obesidad, el alto nivel de azúcar en la sangre causa resistencia a la insulina en el cuerpo, que es probablemente la razón por la que los científicos lo estudiaron en el sistema de ratas. Los investigadores también infectaron a otros animales adolescentes, ratones dormidos que no expresaron la necesidad de dormir, con el hongo que hace que la levadura hierva en la oscuridad. Estos ratones mostraron cambios en su comportamiento y respuesta al estrés.
– Consecuencias de su desempeño.
Si bien es probable que muchos efectos se deban a la dieta, Wang dice que los resultados se alinean con lo que les ha dicho a sus estudiantes que crecen en la zona rural de los Apalaches de Kentucky que deben mantenerse alejados del azúcar.
No hay nada malo en tomar una dieta baja en fructosa, dijo. Más bien, dice, el aprendizaje es sobre nutrición, específicamente negación de la nutrición, y recomienda que las personas que están en riesgo de obesidad comiencen dietas bajas en carbohidratos durante algunas semanas para evitar el alto nivel de azúcar en la sangre. Ella prefiere a las personas que evitan los alimentos con alto contenido de azúcar porque temen que no funcionen y aquellos que intentan comer una dieta baja en carbohidratos los comerán. Las personas que toman insulina o tienen sobrepeso u obesidad deben tomar medidas para evitar dependencias y hormonas reguladoras. “Es por eso que uno pensaría que haría dietas base más dulces”, dijo.
Wang planea comenzar un estudio longitudinal a finales de este año.
Jordan Schakowsky, profesor de psicología en la Universidad de Tennessee, Knoxville, es el autor principal del informe.
Este estudio fue financiado en parte por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Otros colaboradores incluyeron a Sara Calvitti, Babar Khan y Kirk Thurman de Wake Forest Baptist, Mary Klugman de la Universidad de Cornell y Gary B. Wilson de la Universidad de Iowa. Wilson ha desarrollado un sistema de entrenamiento cognitivo aumentado para personas mayores para el cual hay una subvención de $ 20 millones.